La espalda es una de las partes claves del cuerpo humano, aunque no se le suele prestar atención, dando lugar a que aparezcan dolores en zonas lumbares. ¿Quieres evitarla? Sigue estos pasos para combatir la lumbalgia.
Aproximadamente el 25% de la población española padece algún dolor cervical o lumbar, afectando, sobre todo, a las mujeres, colectivo que suele padecer estos dolores en un 30%. Son molestias que muchas veces están provocadas por malas posturas, estar muchas horas de pie o sentada, cargar peso o realizar movimientos repetitivos de forma incorrecta.
Además, son dolores que son muy molestos y que afectan a la calidad de vida diaria. Sin embargo, acabar con ellos yprevenir la lumbalgia es posible introduciendo unas pautas sencillas en el día a día.
La norma principal es tener cuidado con las posturas que se adoptan en cualquier movimiento, sobre todo a la hora de coger cualquier peso del suelo, incluidas las bolsas de la compra, siendo conveniente hacerlo flexionando las rodillas y evitando doblar la espalda.
También es aconsejable tener una buena postura mientras se duerme, tratando de mantener la columna en su posición natural, y variar las posturas en el trabajocomo levantarse cada hora si se está sentado o sentarse si se trabaja de pie. En los casos en los que son trabajos de carga y descarga puede ser recomendable llevar una faja para evitar una mayor afección en la zona.
Una vez ha aparecido la lumbalgia, pueden seguirse otros consejos como evitar las situaciones o movimientos que más dolor generan, así como caminar y realizarejercicio moderado. Igualmente, es muy importante evitar cargar peso durante unas semanas, así como la realización de ejercicios repetitivos que sobrecarguen la espalda.
Y, aunque inicialmente se cree lo contrario, no es bueno hacer reposo total en la cama, ya que para acelerar la recuperación y reducir el riesgo de que vuelva a repetirse hay que mantener la actividad física que el dolor le permita y tratar de seguir el ritmo habitual diario, incluido el trabajo.
A la hora de dormir, hay que adoptar una postura adecuada. Lo más aconsejable es colocar una almohada debajo de las rodillas y otra bajo el cuello. No son nada buenas las camas muy duras o muy blandas.
El calor es un buen aliado para este tipo de dolores. Es aconsejable aplicarlo varias veces al día para relajar la musculatura. Puede ser suficiente con 20 minutos. Las fajas flexibles, que no limiten la movilidad, pueden ayudar también en estos casos por la compresión que ejercen en la zona, aliviando de forma temporal el dolor en estas zonas.
Otra buena opción es recurrir a tratamientos físicos como masajes en la zona o la aplicación de ultrasonidos y de calor local. Pero, cuidado, hay que ponerse en manos de expertos y especialistas porque no todos los masajes ayudan en la lumbalgia. Si no es el adecuado, se puede conseguir el efecto contrario y un aumento del dolor.
Y si el dolor es fuerte, hay que consultar al médico para valorar la toma de analgésicos y antiinflamatorios o bien relajantes musculares, según considere. No obstante, el tratamiento no debe superar la semana.
Tanto si se quiere prevenir como si ya se ha padecido algún episodio de lumbalgia, hay que tratar de no ganar peso y, si se tienen kilos de más, perderlos para que la columna vertebral soporte menos peso y mejore su salud. También se debe hacer ejercicio, como la natación de forma periódica y, siempre que puedas, regálate una sesión de spa para relajar toda la zona y sentirte como nueva.