lunes

Artritis Reumatoide


La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta típicamente las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, aunque cualquier articulación rodeada por una membrana sinovial puede ser afectada.

Otras articulaciones comúnmente afectadas incluyen las muñecas, codos, hombros, tobillos y rodillas. Con el paso del tiempo, especialmente si no se trata, la AR puede causar daño permanente en las articulaciones, particularmente en el cartílago y el hueso. La enfermedad de las articulaciones puede causar deformidad e incapacidad.


Aunque la causa exacta de la AR se desconoce, se sabe que la AR involucra al sistema inmune del cuerpo y es considerada una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico del cuerpo confunde el tejido sano del cuerpo con una amenaza y lo ataca, de la misma manera que atacaría a un virus o bacteria.

Algunas personas están en mayor riesgo de desarrollar AR como aquéllas con historial familiar de AR, fumadores y mujeres, quienes tienen de dos a tres veces más posibilidades de desarrollar la enfermedad.

La AR es una enfermedad progresiva con signos y síntomas de inflamación y evidencia de destrucción de las articulaciones. De no ser tratada, la enfermedad puede causar la pérdida de la funcionalidad y la incapacidad de llevar a cabo las actividades diarias, incapacidad laboral y deformidad.

Las características clínicas de la AR incluyen:

· Rigidez, comúnmente en la mañana
· Inflamación de las articulaciones, lo que puede ocurrir en cualquier articulación, pero de manera más frecuente en las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, a menudo de forma simétrica
· Cansancio, fiebre y pérdida de peso
· Daño irreversible en las articulaciones, lo que puede causar pérdida de su función
· Mayor riesgo de muerte prematura
· Mayor riesgo de enfermedad coronaria e infecciones

Hacer un diagnóstico acertado de la AR puede ser en ocasiones difícil, ya que no existe una prueba que confirme la condición; y el rango de edad en el que los síntomas se desarrollan varía considerablemente. El diagnóstico está normalmente basado sobre un número de síntomas que incluyen dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones, así como sobre un patrón simétrico de las articulaciones afectadas. Los rayos X y/o ultrasonidos muestran el daño en las articulaciones; mientras que en la sangre se puede encontrar la presencia de factor reumatoide (FR), al igual que altos niveles de marcadores no específicos de inflamación.

fuente  cronica.com.mx