La enfermedad de las articulaciones es la conocida como artrosis. Sobre todo en invierno es una estación especialmente dura para quienes la padecen ya que el frío incrementa el dolor.
Por otro lado se ha demostrado que la actividad física disminuye la intensidad de los síntomas de la artrosis, pero no se ha probado que un tipo concreto de ejercicio sea mucho más efectivo. En general se recomienda, los ejercicios de baja carga en los que no se golpee contra las articulaciones.
Hay una serie de causas que pueden incrementar el dolor en las articulaciones. El fumar o el humo del tabaco tanto sea fumador activo como pasivo, puede favorecer el desarrollo de unas sustancias que afectan a las estructuras articulares. Se ha demostrado que la artrosis se ha visto en las personas que fuman y tienen más posibilidades de desarrollarla, a parte deaparecer muy precozmente.
La artrosis puede derivarse de una herencia genética. Por ejemplo si las madres tienen nódulos dolorosos en las manos así como las abuelas, la probabilidad de sufrirla es muy alta.
Una vez que aparece la artrosis no hay que recargar las articulaciones sobre todo afectadas, no coger peso y sobre todo tomar una medicación que mejore la calidad del cartílago articular. Para ello está el reumatólogo que será el que dictamine cuándo se comienza con una terapia de suplementos. Hoy en día no existe un fármaco que ataque directamente las moléculas que están provocando el dolor de articulaciones.
Los antiinflamatorios tampoco es necesario tomarlos de por vida, ya que depende de los casos y el nivel de artrosis. Hay casos en los cuales sale un brote de dolor intenso en ciertas épocas del año y con el tratamiento se termina el problema y otros que tengan dolores más prolongados y duraderos y ellos sí tienen que tomar antiinflamatorios durante muchos años.
fuente www.centromujer.es