Este remedio casero es muy eficaz para aliviar el dolor producido por la artrosis.
- Hervir 1 taza de agua en un cazo.
- Retirar del fuego y colocar 1 taza de arcilla en polvo en un recipiente, verter el agua poco a poco y remover hasta obtener una pasta espesa.
- Aplicar la arcilla directamente sobre la zona dolorida y dejar actuar hasta que se haya enfriado por completo.