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Protección de las articulaciones


La “mecánica corporal” correcta le ayuda a desplazarse empleando esfuerzos mínimos. El fisioterapeuta o terapeuta ocupacional pueden proponerle técnicas y equipos que protejan las articulaciones al tiempo que disminuyen los esfuerzos y conservan la energía. Entre las modificaciones posibles se incluyen las siguientes:
  • Evitar acciones de prensión que sometan a esfuerzo las articulaciones de los dedos de la mano. Por ejemplo, en vez de bolsas con asa, conviene seleccionar otras que tengan correa para cargar sobre el hombro. Puede usarse agua caliente para aflojar las tapas de frascos y ejercer presión con la palma de la mano al abrirlos, o usar un abridor de frascos. No se deben girar o usar las articulaciones de manera forzada.
  • Distribuir el peso de un objeto en varias articulaciones. Por ejemplo, usar ambas manos para levantar una cacerola pesada. Se recomienda probar el uso de un bastón.
  • Descansar periódicamente para relajarse y distender los músculos.
  • Una mala postura corporal establece una distribución desigual del peso y puede poner en tensión los ligamentos y músculos.
  • Usar siempre los músculos más poderosos y preferentemente las articulaciones grandes. No abrir una puerta pesada de vidrio empujándola; es preferible recargarse sobre ella. Para levantar un objeto, flexione las rodillas y póngase en cuclillas al mismo tiempo que se mantiene recta la columna vertebral.
  • Existen herramientas especiales que facilitan la sujeción para abotonar camisas y realizar tareas en la cocina. Conviene ir a la farmacia o consultar a un profesional de la salud para obtener información sobre cómo adquirir estos productos.